Paul Ehrlich

(Lagow, 1854 - Burgberg, 1915) Serólogo y farmacólogo alemán. Su padre era un excéntrico judío y su madre una mujer con gran talento. Su primo Carl Weigert, patólogo, fomentó en él su interés por las ciencias. Estudió en las universidades de Breslau, Estrasburgo, Friburgo y Leipzig.


Paul Ehrlich

Doctorado en medicina en 1878, consiguió una plaza en el hospital de la Universidad de Berlín. A excepción de un viaje a Egipto por motivos de salud, pasó casi toda su vida profesional en un hospital berlinés, ocupando la cátedra de medicina interna. En 1896 pasó a ocupar el cargo de director del Real Instituto Prusiano de Investigaciones y Ensayos de Sueros.

Se dedicó al estudio de la hematología y, posteriormente, se especializó en el estudio de la inmunidad. Descubrió un método para colorear y clasificar las células blancas de la sangre. También descubrió los mastocitos, tan importantes en los procesos alérgicos, como posteriormente se demostró. Al igual que Emil Von Behring y Shibasaburo Kitasato, Ehrlich consiguió inmunizar al cuerpo contra ciertas sustancias vegetales gracias a la formación de antitoxinas. En sus investigaciones sobre los anticuerpos se fundó la moderna inmunología.

Ehrlich trató de encontrar un producto químico sintético que, una vez ligado a ciertos parásitos, los aniquilara, intentando buscar una cura para la malaria y la sífilis. Como apoyo de su teoría contaba con el hecho de que un colorante, el rojo tripán, era muy efectivo contra los tripanosomas (agentes patógenos causantes de la tripanosomiasis) en los ratones. También observó que otros agentes generaban un mecanismo de resistencia contra la droga.

A partir de 1905 inició una serie de ensayos con compuestos similares a las tinturas, aunque contenían en la composición arsénico, tratando de encontrar un remedio para destruir las células de los agentes patógenos invasores. Su compuesto, el arsenobenzol, resultó ser efectivo contra la bacteria responsable de la sífilis (la espiroqueta Treponema pallidum), aunque fracasó contra los tripanosomas; este producto se comercializó con el nombre de Salvarsán.

Todos estos principios sirvieron de base para el comienzo de un nuevo procedimiento, la quimioterapia, para abordar el tratamiento de las enfermedades; se trataba de encontrar un método que eliminara los organismos patógenos, causando el menor daño posible al paciente. En 1908 obtuvo el premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con Élie Metchnikoff, en reconocimiento por sus trabajos sobre inmunidad.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].