Desiderio da Settignano
(Settignano, c. 1430 - Florencia, 1464) Escultor italiano. Considerado uno de los principales escultores florentinos del Renacimiento, en su obra mostró predilección por los efectos luminosos y los valores pictóricos, en la línea de Donatello. Es famoso por sus obras monumentales, como el monumento funerario de Carlo Marsuppini (1455), pero fue en sus retratos femeninos y en sus medallones marmóreos de relieve muy bajo (schiacciato) donde se expresó con más refinada y delicada belleza.
Desiderio da Settignano (ilustración de las Vidas de Vasari)
El gusto florentino alcanzó su punto culminante con el estilo lleno de gracia de Desiderio da Settignano, digno continuador del arte de Donatello y de Bernardo Rossellino, de quienes fue discípulo. Pocos escultores han poseído su dominio absoluto del medio, su virtuosismo incomparable y su capacidad para impregnar las formas de humana melancolía y sosegado lirismo.
Nacido en torno a 1430, su fallecimiento prematuro en 1464 truncó una carrera prometedora que había dado su primera muestra notable en la tumba de Carlo Marsuppini (Santa Croce, Florencia), de 1455, importante obra funeraria que se inscribe en la tradición iniciada por su maestro Rossellino en la tumba de Leonardo Bruni; no obstante, las formas son menos funcionales y la ornamentación menos plana. El protagonismo de la estructura arquitectónica ha sido sacrificado en beneficio de una mayor presencia y refinamiento de los elementos figurativos, como delatan los ángeles de la cornisa y los amorcillos del arranque de las pilastras, que trastornan la claridad del esquema constructivo.
Niño riendo (c.1462), de
Desiderio da Settignano
Precisamente en estas elegantes figuras consiste la aportación fundamental del arte de Settignano al monumento sepulcral renacentista. Sus dulces personajes juveniles e infantiles poseen la belleza de los de Luca della Robbia, pero están tratados con una eficacia escultórica y un acabado de las superficies que la terracota esmaltada, evidentemente, no permite. En el altar del Sacramento (1461) de la iglesia de San Lorenzo de Florencia se aprecia esta tendencia hacia una sutil profundización en lo escultórico. La fórmula es semejante a la del tabernáculo de Sant´Egidio (1450), e incluso la zona central presenta un relieve arquitectónico más acusado, pero son los angelotes del frontón, los jóvenes ángeles de los lados y el bajorrelieve inferior los que se convierten en referentes del conjunto.
Su extrema sensibilidad por las transiciones del modelado, trabajado siempre con exquisita delicadeza, llevó a Desiderio da Settignano a buscar un máximo de ligereza plástica, de forma que con un mínimo espesor del relieve se consiguiera un máximo de profundidad por medio de un tenue claroscuro. Dibujante consumado, Settignano fue el único escultor de mediados de siglo que empleó el relieve schiacciato donatelliano, y lo hizo con una pericia que no tiene parangón en su época si se exceptúa el caso de Donatello.
Madonna Foulc (c.1460)
La espléndida Madonna Foulc (Philadelphia Museum of Art) es el paradigma de esta técnica, por medio de la cual se consigue reproducir, alterando en apenas un milímetro el grosor del mármol, sutiles efectos de volumen, drapeado y pliegues corporales. Son ligerísimos rehundidos, a veces solamente insinuados, que comunican una humana naturalidad a las figuras y sirven para expresar la melodiosa poesía que contiene el arte de Settignano. En esta órbita se sitúan obras como la Madonna Panciatichi (Museo del Bargello, Florencia), el relieve circular que representa a Jesucristo y San Juan Bautista de niños (Museo del Louvre, París) o el San Jerónimo penitente (National Gallery of Art, Washington), prodigios de plasticidad y de delicada caracterización psicológica.
El gusto de Desiderio, siempre cercano a la belleza femenina e infantil, consigue plasmar en sus dos Bustos de niño (National Gallery of Art, Washington) un ideal retratístico que parte de los rasgos de un modelo real para rodearlos de un aura de intemporalidad. Algo semejante ocurre con el Busto de dama noble (1455-1460, Museo del Bargello, Florencia), que representa a una joven del clan de los Médicis, posiblemente a una hermana de Lorenzo el Magnífico; de entre los muchos que se le atribuyen, es el único retrato femenino cuya autoría está demostrada. A raíz de una mención de Giorgio Vasari se ha supuesto que el busto de mujer, quizás un retrato de Marietta Strozzi, que se conserva en la Staatliche Museen (Berlín), es obra suya. No obstante, la técnica definida y precisa de esta escultura ha hecho pensar en la posibilidad de que se trate de un trabajo de Antonio Rossellino.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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