Bombita [Ricardo Torres]
(Tomares, 1879 - Sevilla, 1936) Torero español. Llamado «Bombita» o «Bombita chico», Ricardo Torres Reina fue el segundo de un trío de hermanos dedicados al toreo (Emilio Torres Reina era el mayor, «Bombita», y Manuel Torres Reina, conocido por «Bombita III», el benjamín de la terna). Pronto cobró fama de diestro arrojado e, incluso, temerario, lo que facilitó su presentación en Madrid en 1897. Durante su andadura novilleril sufrió una gran cantidad de cogidas, algunas de las cuales revistieron seria gravedad.
Ricardo Torres «Bombita»
Ricardo Torres Reina tomó la alternativa en Madrid en 1899, bajo la aprobación de José García Rodríguez, «Algabeño», y la confirmó en Sevilla, apadrinado por Rafael Guerra Bejarano, «Guerrita». Desde 1903 se empezó a cimentar su mítica competencia con el cordobés Rafael González Madrid, «Machaquito». Al toreo alegre y dominador de «Bombita», reforzado por su valor descabellado, su rival opuso un estilo legionario que pretendía superarle en la pelea desgarrada (casi puede decirse que a brazo partido) entre hombre y toro.
La afición se dividió inmediatamente entre quienes concebían el toreo como un ejercicio de habilidad y destreza (partidarios, entonces, de «Bombita»), y quienes lo identificaban con una lucha tremendista sostenida sin tregua contra el toro (seguidores de «Machaquito»). Esta apasionada rivalidad fue providencial para la historia de la Tauromaquia, pues sacó de su letargo a una afición adormecida tras la retirada de «El Guerra», y la mantuvo despierta hasta que se produjo la venturosa eclosión de «Joselito» y de Juan Belmonte.
«Bombita» fue el promotor y el fundador de la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros (el Montepío de Toreros), creado en 1909. Al margen de esta dedicación benéfica, «Bombita» fue también uno de los toreros que más luchó en favor de las mejoras laborales para los integrantes de su profesión, enfrentándose abiertamente con quienes manejaban los hilos financieros del negocio taurino.
En 1909 sostuvo contra los empresarios el que se conoció como «el pleito de los miuras». Pretendía que los empresarios aumentasen los emolumentos pagados a los matadores, especialmente cuando éstos se las habían de ver con el ganado de Miura; los empresarios, por la fama terrorífica de esas reses, incrementaban el valor de las localidades sólo en beneficio propio. Y por medio del «pleito de las escrituras abiertas», con el apoyo de «Machaquito», exigió que los empresarios les abonasen íntegramente los honorarios correspondientes a las corridas que tenían contratadas, incluso en el caso de que no llegasen a celebrarse por alguna causa ajena a la voluntad de los toreros.
Este ejercicio de sus derechos apartó de Madrid durante algún tiempo a ambos toreros. «Bombita» reapareció en 1912, ahora enfrentado al toreo artístico pero irregular de Rafael Gómez Ortega, «el Gallo», a quien superó en no pocas ocasiones. Sin embargo, la irrupción de «Joselito» le hizo ver que no podía rivalizar con quien estaba llamado a ocupar el trono del toreo. El 19 de octubre de 1913, sobre la arena madrileña, «Bombita» se despidió del toreo. Cuando se retiró, después de haber sufrido más de treinta cornadas graves, había lidiado noventa y una novilladas y seiscientas noventa y dos corridas, en las que dio muerte a mil doscientos sesenta y dos toros.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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