David Belasco
(San Francisco, 1853 - Nueva York, 1931) Director teatral, productor y dramaturgo estadounidense. Fue uno de los primeros productores de teatro norteamericanos que unificó todos los elementos de una producción bajo la supervisión de una persona, el director de escena, y está considerado como una de las personalidades más sobresalientes en la historia teatral de país.
David Belasco
Nacido en el seno de una familia judía-portuguesa llamada originalmente Valasco, su padre había sido un famoso arlequín en varios teatros londinenses y su madre poseía un temperamento impetuoso. En 1872 debutó como actor en su ciudad natal, en las obras Pizarro, East Lynne y Richard III, donde interpretó el papel de Duque de York en la gira de despedida del actor Charles Kean, que encarnaba al rey Ricardo. Se casó a los veinte años, hizo una gira por el oeste como actor de reparto y acabó en el San Francisco's Baldwin Teatre (1878-1882), junto a actores famosos como John McCullough y Edwin Booth.
Su aprendizaje como dramaturgo lo realizó adaptando novelas, poemas y obras antiguas. Como productor se dedicó a varios melodramas espectaculares, con batallas, incendios y calamidades, y produjo una Pasión con animales reales en el escenario. En Nueva York colaboró con James A. Herne, y trabajó con Gustave Frohman. Con el primero apareció en Nueva York en 1879 en Hearts of Oak, adaptación de un viejo melodrama, y The Mariner's Compass, que fue un fracaso. Belasco volvió a California, hasta que Gustave Frohman le condujo de nuevo a Nueva York como productor y dramaturgo residente al nuevo Madison Square Theatre en 1882. Su primer montaje en el Madison fue Young Mrs. Winthrop (1882); en 1884 produjo su primera obra escrita en solitario, May Blossom, visitando ese mismo año Inglaterra.
En 1884 cambió al Lyceum Theatre de Daniel Frohman, desempeñando los mismos trabajos hasta 1890, en que se independizó como productor. Montones de producciones y más de treinta y seis obras escritas, solo o en colaboración, le ocuparon en esos años fecundos. Su primer éxito fue en colaboración con Henry C. DeMille: The Wife (1887). Otras obras de éxito fueron The Girl I Left Behind Me (La chica que dejé tras de mí, 1893), escrita en colaboración con Franklyn Fyles, y The Heart of Maryland (Corazón de Maryland, 1895), basada en la guerra civil americana, en la que Maurice Barrymore interpretó el héroe protagonista.
Zaza (1898), adaptación del francés, fue un éxito en Nueva York y en Londres. En el montaje de Madame Butterfly (1900), Blanche Bates fue la protagonista en Nueva York y Evelyn Millard en Londres. Giacomo Puccini vio esta dramatización de una historia de John Luther Long, y la usó como base para su ópera homónima. Del mismo modo otro montaje de Belasco, The Girl of the Golden West (1905), daria lugar a la ópera de Puccini La fanciulla del West. Otra obra de este periodo fue Under Two Flags (1901).
Belasco trabajó con el actor David Warfield en The Auctioneer (1901) y compró el Republic Theatre de Oscar Hammerstein, entrando en la etapa de mayor bonanza económica de su carrera. Completamente reconstruido, el Republic se inauguró con una reposición de Du Barry, una producción ya vista en el Criterion Theatre, y que tenía como actriz principal a Leslie Carter, una de las actrices que solían colaborar con Belasco. A esta pieza le siguieron The Darling of the Gods (1902), otra historia japonesa escrita en colaboración con John Luther Long, con Blanche Bates y George Arliss como actores principales, y Sweet Kitty Bellairs (1903).
Otros éxitos de Belasco en su primer teatro fueron Adrea (1905), con Leslie Carter; The Rose of the Rancho (1906); The Music Master (1904), con David Warfield; The Easiest Way (1909); y The Governor's Lady (1912). En total fueron cuarenta y dos producciones y reposiciones en Nueva York y de gira. En 1906 construyó su propio teatro, conocido primero con el nombre de Stuyvesant, que abrió en 1907 con A Grand Army Man, y mantuvo activos ambos. Rebautizado con el nombre de Belasco en 1910, este nuevo teatro ocupó al productor hasta el final de su vida.
Entre 1915 y 1930 fue responsable de treinta y cinco producciones. Han pasado a la leyenda los objetos de arte que se acumulaban en sus cuartos privados, junto a piezas suntuosas de escenografías de los montajes de Belasco. En este teatro produjo The Return of Peter Grimm (1911), con David Warfield como un viejo que vuelve de la muerte para rectificar los errores de su vida; The Case of Becky (1912), con Frances Starr, sobre un caso de doble personalidad e hipnotismo; Kiki (1921), con Leonora Ulric; Laugh, Clown, Laugh (1923), basada en una obra italiana; y Mini (1928), su última producción, adaptación de la obra The Red Mill, de Ferenc Molnar. Belasco acabó su carrera como la comenzó, adaptando una obra ajena.
El legado de un hombre de teatro
Como productor, David Belasco no aportó nada a la escena de su país que no hubiera sido hecho antes, pero lo hizo con mayor elaboración y cuidado. Tampoco puede decirse que colaborase a la creación de un drama propiamente nacional, ya que solía importar sus temas de Europa. Buscando ser realista, aunque sin caer en lo desagradable, combinó el realismo escénico, que pedía decorados sólidos y objetos reales de tres dimensiones en la medida de lo posible, con una acción melodramática y sentimental a cargo de unos personajes idealizados.
Sin embargo, Belasco influyó de modo decisivo en las técnicas de producción teatral estadounidenses a través de su énfasis en los estilos de interpretación naturales y en sus escenografías elaboradas, llenas de detalles y accesorios de un realismo extremado. Exigía una autenticidad absoluta a sus escenarios. Así, para la obra The Governor's Lady (La mujer del gobernador, 1912) compró objetos del Child's Restaurant, perteneciente a una cadena de prestigio en Nueva York, para así crear una replica exacta del restaurante sobre el escenario. Trabajó con el diseñador Louis Hartmann y los técnicos Johann y Anton Kliegl, y fue pionero en el uso de las luces eléctricas para crear ambientes.
Pese a que prefirió siempre intérpretes con talento antes que famosos, la dirección de Belasco propició la popularidad de un buen número de actores. Cada obra se ensayaba diez semanas (más que las cuatro semanas habituales), lo cual daba como resultado un mayor cuidado en la labor actoral de preparación de los papeles. Belasco fue un hombre integral de teatro, a pesar de que no actuó a partir de 1880. Como director fue meticuloso; como dramaturgo unió su nombre a más de setenta obras, en las que se ocupaba de concebir efectos escénicos. Su colaborador DeMille tomaba notas mientras Belasco describía escenas y efectos, para luego escribir unos diálogos que serían revisados por Belasco durante los ensayos. Quizá su mayor éxito fue la producción de El mercader de Venecia (1922) de Shakespeare, con Warfield en el personaje de Shylock.
Mantuvo asimismo un conflicto con el Theatrical Syndicate sobre la cuestión de la independencia del artista en el teatro. Este sindicato era una asociación de empresarios teatrales norteamericanos, formada en 1896, que incluía a Klaw y Erlanger, Charles Frohman, Al Hayman, Sam Nixon (Samuel F. Nirdlinger) y J. Fred Zimmerman. Durante dieciséis años controlaron la mayoría de los teatros de Nueva York y de otras ciudades importantes, pervirtiendo los objetivos iniciales de salvaguardar los valores estéticos y la libre competencia por su afán de ganar dinero, y llegaron a obligar a actrices como Sarah Bernhardt a actuar en teatros sin condiciones. Actrices como ella y productores como Daly y Belasco consiguieron romper la dictadura de este monopolio. La extensa colección de material dramatúrgico de Belasco se encuentra hoy en la Biblioteca Pública de Nueva York.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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