Baccio Bandinelli
(Florencia, 1488 - id., 1560) Escultor, orfebre y pintor italiano. Fue discípulo de Giovanni Rustici y rivalizó con Benvenuto Cellini y con Miguel Ángel. Sus obras más representativas son los relieves del coro de la catedral de Florencia y el grupo de Hércules y Caco (1534, Florencia, plaza de la Señoría). Dieciocho años más joven que Miguel Ángel, de quien fue a la vez rival e imitador, Baccio Bandinelli es el representante de una escultura que pudiera calificarse de manierista tanto por el espíritu que la anima como desde un punto de vista cronológico, a pesar de que posee una regularidad, un equilibrio y un orden característicos del clasicismo inmediatamente anterior.
Baccio Bandinelli
Hijo del orfebre florentino Michelangelo Brandini, en cuyo taller recibió su primera formación, Baccio Bandinelli fue discípulo de Giovanni Francesco Rustici, quien debió de contagiarle primero su devoción por Leonardo da Vinci y luego su admiración por Miguel Ángel, que Bandinelli trocó en envidia. El apoyo y las relaciones sociales de su progenitor le resultaron de gran utilidad y le proporcionaron contactos con la corte de los Médicis, que a la postre se convirtieron en sus protectores. Pero, exceptuando a los Médicis, nunca se granjeó la simpatía de los florentinos. Contemporáneos suyos le describen como un hombre problemático, de carácter áspero, a la vez celoso y arrogante respecto a las obras ajenas. Según Vasari, en 1512 hizo pedazos, en un arrebato de celos, el cartón que Miguel Ángel había elaborado para el fresco de La batalla de Cascina, expuesto a la sazón en la Sala del Consiglio del Palazzo Vecchio.
Tras haber presumido de ser capaz de realizar una réplica del grupo de Laocoonte del Belvedere de calidad superior a la copia romana, recibió este encargo de León X, quien deseaba complacer al rey Francisco I de Francia. El Laocoonte de Bandinelli, terminado en 1525, no llegó nunca a Francia y hoy se encuentra en la Galería de los Uffizi. Con una anatomía menos pronunciada que en el original, Bandinelli prefirió modelar superficialmente las musculaturas, destacando con maestría la red de finas venas que discurren bajo la piel del personaje principal. Incluyó además la reconstrucción de las partes que faltaban en el grupo del Belvedere y en especial el brazo derecho del sacerdote troyano, que situó en posición vertical, pugnando con la retorcida serpiente, a fin de subrayar el agónico patetismo de la figura.
El proyecto de oponer al David de Miguel Ángel, situado en la Piazza della Signoria, una pareja colosal del mismo tipo parece datar de 1508. La larga y difícil historia de esta idea, propuesta sin éxito al propio Buonarroti, estuvo determinada por los cambios políticos y finalmente fue encomendada a Bandinelli. Su Hércules y Caco, cincelado entre 1525 y 1534, presenta a Caco, el gigante tricéfalo e ignívomo, apaleado por Hércules en castigo por haber robado los bueyes de Gerión, con un único rostro grotesco, arrodillado y sometido por un blando Hércules en reposo que parece ausente de la escena.
Hércules y Caco (Piazza della Signoria, Florencia)
Ya el traslado del bloque desde Carrara hasta Florencia provocó las burlas de los florentinos, que desconfiaban de las capacidades escultóricas del autor. Cuando la piedra cayó accidentalmente al Arno no lejos de su destino, se comentó jocosamente que había tratado de huir al enterarse de que iba a ser maltratada por Bandinelli. Las chanzas continuaron una vez terminada la obra; Benvenuto Cellini asegura que llegaron a colgar de la figura más de mil sonetos oprobiosos. Sea como fuere, las enfáticas y voluminosas figuras de los personajes mitológicos, carentes de fuerza y movimiento, se encuentran lejos de la vigorosa monumentalidad del David, que Bandinelli, una vez más, había asegurado vanamente superar.
Su estilo siguió fiel a esta afectada vacuidad, como testimonia el Baco (Galería Palatina, palacio Pitti, Florencia) esculpido en 1547. No obstante, en otras obras como Cristo muerto (iglesia de la Santissima Annunziata) o en los elegantes relieves para el coro de la iglesia de Santa Maria del Fiore (1547-1555, Museo dell'Opera del Duomo) supo expresar un virtuosismo que le aproxima a las experiencias de sus coetáneos manieristas. La personalidad de Baccio Bandinelli es también importante debido al papel que ejerció en la puesta a punto de las academias, ya que fundó una en Roma (1531) y otra en Florencia (1550), sentando así las bases de lo que más tarde sería la Academia del Dibujo creada por Vasari en 1561. Entre los continuadores de su línea escultórica cabe destacar a Vincenzo dei Rossi (1525-1587) y a Vincenzo Danti (1530-1576).
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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