Agustín Argüelles

(Agustín de Argüelles Álvarez; Ribadesella, 1776 - Madrid, 1844) Político español. Diputado en las Cortes de Cádiz (1812), destacó por su elocuencia. Encarcelado por Fernando VII de 1814 a 1820, fue liberado al advenimiento del Trienio Liberal (1820) y nombrado ministro de Gobernación (hasta 1821). En 1823, tras la caída del régimen constitucional, se refugió en Gran Bretaña. Muerto Fernando VII, retornó a España y reemprendió su carrera política. En 1841 fue designado tutor de Isabel II.


Agustín Argüelles

Agustín Argüelles estudió derecho en Oviedo y trabajó luego como secretario de Pedro Díaz Valdés, obispo de Barcelona, hasta 1800. En Madrid obtuvo una plaza en la Secretaría de Interpretación de Lenguas a las órdenes de Leandro Fernández de Moratín para pasar, en 1805, a la Oficina de Consolidación de Vales Reales. En 1806 el primer ministro Godoy le envió a Londres con una misión de Estado (al margen de la diplomacia oficial) para tratar una posible alianza con Inglaterra frente a Francia. Durante su estancia en Europa mantuvo contactos con la masonería, de la que fue miembro desde muy joven.

Al volver a España, su precaria salud le impidió luchar en la Guerra de la Independencia (1808-1814) desencadenada por la invasión napoleónica, pero no desarrollar una trascendental actividad política. En 1809 fue nombrado secretario de la Junta Central encargada de la reunión de las Cortes Constituyentes, presidida por Jovellanos; dentro de ella formó parte de la Junta de la Real Hacienda y Legislación, cuya misión consistió en preparar un programa que integrase los principios económicos de la Ilustración como fundamento para el nuevo orden. Fue diputado por Asturias en las Cortes de Cádiz (1810-1814) y el redactor del preámbulo y articulado de la Constitución de 1812.

Dicho preámbulo combinó elementos progresistas (la libertad de imprenta, la educación pública, la administración de justicia basada en ideas liberales, la igualdad de derechos, la división de poderes o la abolición de la tortura y de la esclavitud) con ideas que enlazaban con la tradición, reflejo de viejos derechos o libertades reconocidos en la legislación española anterior. Su oratoria política, por la que Argüelles fue llamado el Divino, ejerció una influencia decisiva en lo que fueron los inicios del parlamentarismo español.

Con la reacción absolutista que retornó el trono a Fernando VII al concluir la Guerra de la Independencia, fue condenado a ocho años de prisión en Ceuta, aunque un año después fue trasladado a Alcudia (Mallorca). Tras la insurrección de Las Cabezas de San Juan protagonizada por el teniente coronel Rafael del Riego en enero de 1820, que dio paso al Trienio Liberal (1820-1823), Agustín Argüelles fue nombrado ministro de la Gobernación. Sin embargo, las tensiones entre el rey y el equipo de Gobierno eran permanentes, y en marzo de 1821 presentó al rey su dimisión por considerar la práctica política del monarca contraria a las ideas constitucionales. Elegido diputado nuevamente en 1822, Argüelles asistió a la desmembración del partido liberal en dos bandos: la facción exaltada y los liberales moderados, grupo este último al que perteneció desde entonces.

En 1823, y ante la inminente invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis (tropas francesas enviadas por la Santa Alianza para restablecer el absolutismo), el Gobierno decidió, en un remedo del peregrinaje de 1812, retirarse a Sevilla y posteriormente a Cádiz, a lo que Fernando VII se negó rotundamente. Las Cortes, a propuesta de Antonio Alcalá Galiano y con la conformidad de Argüelles, que votó a favor de la propuesta, decidieron la destitución temporal del rey mientras durara el viaje entre las dos ciudades andaluzas. Ésta fue la razón por la que más tarde Argüelles sería condenado a muerte, y sus bienes confiscados.

Exiliado durante diez años (1823-1833), Agustín Argüelles pudo contar en Inglaterra con la ayuda del exregente Cayetano Valdés y Flórez y el exministro Ramón Gil de la Cuadra. Ejerció como bibliotecario de Lord Holland y participó en las tertulias mensuales del British Coffee House y de la Librería Clásica Española. En Londres continuaron las actuaciones en pro del orden constitucional, pero los proyectos no prosperaron nunca.

Tras la muerte de Fernando VII, y durante la regencia de María Cristina de Borbón (1833-1840), fue elegido concejal gracias a la ayuda económica de sus amigos y participó intensamente en la vida política, aunque declinando siempre los cargos ministeriales. Nuevamente diputado por Asturias, participó en la redacción de la Constitución de 1837. En 1841 el Congreso de los Diputados confirmó a Baldomero Espartero como regente, quedando Argüelles en segundo lugar en la votación; ese mismo año Argüelles fue elegido tutor de la reina Isabel II por abrumadora mayoría. Su nuevo cargo, al que renunció en 1843, fue declarado compatible con el que ya ostentaba de presidente del Congreso de los Diputados.

Asistente a las tertulias de Margarita Martínez de Moría, junto a Manuel José Quintana, Juan Nicasio Gallego, Francisco Martínez de la Rosa y el conde de Toreno, Argüelles había ingresado en 1820 en la Real Academia de la Historia, y dictado algunas obras de tipo político como Examen histórico de la reforma constitucional, publicada en Londres en 1835. A su entierro en el cementerio de San Nicolás en Madrid asistieron más de setenta mil personas; la ciudad le dedicó un barrio en su memoria.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].