Argantonio
(?, h. 670 - ?, h. 550 a. C.) Rey de Tartessos. Su larguísimo reinado (quizá del 630 al 550 a. C.) marca el apogeo de la cultura tartésica, que llegó a dominar todo el sur y sureste de la península Ibérica, entre Huelva y Alicante, con capital en la propia ciudad de Tartessos, cerca de la desembocadura del Guadalquivir. El nombre de Argantonio, que revela un origen indoeuropeo, aparece en las fuentes griegas ligado a la riqueza minera de su reino (bronce y plata), con la cual prestó ayuda a los focenses para financiar la fortificación de Focea (ciudad griega de Asia Menor) contra la amenaza persa. Sin embargo, no logró con ello que se establecieran en su reino colonias focenses, con las que aspiraba quizá a sacudirse la tutela comercial establecida por los fenicios de Gadir (Cádiz).
Argantonio
Argantonio es el primer monarca histórico peninsular citado por las fuentes de la Antigüedad. Las únicas referencias sobre su figura se encuentran en los textos de Anacreonte (s. VI a.C) y Herodoto (s. V a.C), quienes le atribuyen una vida de ciento veinte años y un reinado de ochenta. Los historiadores sitúan su reinado entre 630 y 550 a.C, por lo que se considera el 670 a.C. como fecha aproximada de su nacimiento.
Durante su gobierno mantuvo una política filohelena para eludir la presión del dominio púnico en el Mediterráneo y conseguir una revalorización de los productos tartésicos en el mercado, contribuyendo a crear una competencia comercial entre cartagineses y griegos. Estableció unas relaciones de cordialidad con los mercaderes y colonos focenses, cuyos contactos mercantiles con Tartessos se basaron en pactos de amistad personal con sus reyes. Representante de un tipo de monarquía patriarcal, su reinado marcó el momento de apogeo del comercio griego con Tartessos.
Ante la amenaza persa sobre Focea, Argantonio ofreció sus territorios a los colonos griegos para instalarse. Los foceos rechazaron la oferta, pero aceptaron las riquezas que éste les otorgó para que reforzaran las murallas de su ciudad. Hacia 540 a.C, cuando los foceos fueron atacados por los persas y emigraron de Asia Menor, Argantonio había muerto, por lo que se instalaron en la colonia de Alalia, en Córcega, ante la imposibilidad de asentarse en territorio tartésico.
El reinado de Argantonio marca el periodo de auge de Tartessos, cuyo declive coincidió con el de los foceos tras la batalla de Alalia (535 a.C). Su nombre parece derivar de raíz céltica con el significado de “el hombre de la plata”, y se ha considerado la posibilidad de que fuera una denominación otorgada por los pueblos que comerciaban con Tartessos para encarnar en su figura la abundancia de su reino como símbolo de la riqueza de Occidente. La longevidad que le atribuyen Anacreonte y Herodoto ha sido puesta en relación por los estudiosos con la idea griega de atribuir larga vida, abundancia y prosperidad a los buenos monarcas, como favor concedido por los dioses al que se unirían los de la felicidad y la riqueza. Otros autores (García y Bellido) han supuesto que las fuentes hacían referencia a varios miembros de una dinastía con el mismo nombre, opinión rechazada por la historiografía moderna.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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