Apolodoro
(También llamado Apolodoro de Atenas o Apolodoro el Gramático; siglo II a. de C.) Historiador y gramático griego al que se atribuye un famoso compendio de mitología griega conocido como Biblioteca de Apolodoro. Nacido en Atenas en fecha desconocida, desarrolló su plena actividad hacia el 150 a. de C.
Apolodoro fue discípulo del gramático Aristarco y del estoico Diógenes de Seleucia. Habiendo alcanzado gran fama, se trasladó a Alejandría, donde fundó una escuela según el modelo alejandrino. A este período corresponden sus numerosos trabajos de catalogación, como, por ejemplo, la obra De las naves, en la que se hace un inventario de cuanto de encuentra en la Ilíada y la Odisea acerca de la navegación; preparó también un libro de Etimologías y la obra titulada De los dioses.
Cuando hacia el año 164 a. de C., Tolomeo Fiscón empezó a perseguir a los literatos, Apolodoro hubo de abandonar Alejandría y se dirigió a Pérgamo. Allí mantuvo amigables relaciones con el rey Atalo II Filadelfo (159-138), a quien dedicó sus Crónicas, una especie de historia universal encuadrada en la cronología de Eratóstenes, que comprendía desde la caída de Troya hasta el 120 a. de C. Hacia el año 133 volvió a Atenas, donde murió en fecha no precisada.
Se le atribuyen muchas obras apócrifas, entre las cuales la más célebre es la llamada Biblioteca de Apolodoro. La Biblioteca es un vasto tratado mitológico, compilado, según inmejorables fuentes, no antes del siglo I d. de C. La razón por la que se atribuyó a Apolodoro esta obra no se comprende claramente. La fama de Apolodoro se debía más que nada a las Cronologías, que proporcionaban la base cronológica a toda la historia antigua desde los tiempos troyanos hasta la época del autor; pero como Apolodoro se había ocupado también de la mitología en una obra en veinticuatro libros titulada De los dioses, probablemente se le atribuyó sin otro fundamento que el de una afinidad en el tema tratado.
La Biblioteca es una compilación mitológica para puro uso escolar y de repertorio, y no hay apenas nada en común entre ella y los fragmentos conservados de De los dioses, obra rigurosa con referencias a la filosofía estoica y a la filología de Aristarco. En De los dioses, la literatura poética, principalmente la de Homero y Hesíodo, que constituía verdaderamente la Biblia teológica y mitológica de los griegos, era examinada por Apolodoro críticamente, y tal vez hasta demasiado racionalmente, pues hallaba en la génesis de la idea de divinidad, si no precisamente el substrato humano al modo de Evémero, el substrato astral cosmogónico, e incluso léxico y etimológico.
La Biblioteca, en cambio, no tiene ningún presupuesto crítico: se limita a exponer los hechos clara y sencillamente. Mucho del material mitológico del pseudo Apolodoro fue a parar a la literatura escolar, en cuanto los comentadores hallaron cómodo y oportuno ilustrar las figuras mitológicas con informaciones sacadas de ese repertorio. Su utilidad se demuestra también por el número de compendios que de la Biblioteca se hicieron en los siglos posteriores; todavía hoy representa el más vasto y completo repertorio mitológico de que disponemos para la antigüedad, si bien de muchos mitos sólo son expuestas las variantes más conocidas y no las más extrañas y anticuadas. Substancialmente, la Biblioteca se atiene a la pura tradición del helenismo épico y dramático.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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