Ladislao Vajda
(Budapest, 1906 - Barcelona, 1965) Director de cine húngaro. Hijo de una soprano y del dramaturgo y guionista László Vajda, cursó un año de Ciencias Políticas, pero pronto abandonó los estudios con el firme propósito de dedicarse al cine. Sus deseos chocaron con el rechazo frontal de su padre, quien, harto de la inseguridad del oficio y de vagabundear por media Europa en función de las diversas crisis políticas, prefería que su hijo Ladislao se dedicara a otros menesteres más estables.
Sin embargo, la tozudez de éste se traduce en que acaba siendo contratado como eléctrico en unos estudios de rodaje en Berlín. Más tarde va ascendiendo, durante el tránsito del mudo al sonoro, a categorías profesionales como auxiliar de montaje, segundo operador o ayudante de dirección.
Cineasta itinerante por antonomasia, su obra cinematográfica fue producida en ocho países tan distintos como Gran Bretaña, Hungría, Francia, Italia, España, Portugal, Alemania y Suiza. No es extraño, pues, que en una primera pirueta geográfica se produjese su debut como director en Gran Bretaña con Where is this lady?, a la que seguirían dos películas de aventuras coloniales africanas y de exóticas intrigas chinescas.
En su Hungría natal, por otro lado, filma desde comedias sofisticadas hasta duros melodramas, pasando por farsas tragicómicas, alguna de las cuales sería objeto de nuevas versiones dirigidas por el famoso realizador italiano Vittorio de Sica. En Italia, en fin, rueda otra comedia (uno de sus géneros predilectos) y la única película de su carrera inspirada en hechos históricos, Conjura en Florencia, que el régimen de Benito Mussolini entendió como una llamada a la rebelión del pueblo contra la dictadura y provocó la salida del país de Vajda.
Llega así a España, donde realizará el grueso de su filmografía y gran parte de sus mejores obras. Su ingreso en esta industria cinematográfica, que padece los efectos de la difícil posguerra, se produce a través de una serie de comedias de argumento inverosímil y diversión asegurada, como Se vende un palacio, Doce lunas de miel o Te quiero para mi. Más tarde, y gracias a la política de colaboración con Portugal emprendida por la productora madrileña Faro, rueda allí una nueva comedia (Cinco lobitos), una obra de género policíaco (Tres espejos) y el que sin duda es uno de sus más relevantes largometrajes (Barrio). Esta última supone sin embargo un fracaso de taquilla pese a que su argumento proviene de una novela del conocido escritor francés Georges Simenon.
Tras un breve paréntesis en Gran Bretaña y tras rodar en España películas de menor interés como Ronda española (un poco afortunado homenaje a la Sección Femenina), traba contacto con Benito Perojo, quien le produce Doña Francisquita. Pero será en Producciones Chamartín donde Vajda encontrará un perfecto acomodo y para esta empresa dirigirá varios de sus más importantes filmes como Carne de horca, una peculiar visión sobre el bandolerismo andaluz; Marcelino pan y vino, con el que obtiene un insospechado éxito internacional y lanza al estrellato al niño Pablito Calvo; o la doble visión sobre el mundo de los toros que arroja en Tarde de toros y la magnífica Mi tío Jacinto.
Con El cebo, filmada en Suiza aunque coproducida por la española Producciones Chamartín, se cierra el numeroso ramillete de excelentes películas que a lo largo de su carrera dirigió Ladislao Vajda. Una carrera que desde ese momento fue decreciendo en su interés y que desarrolló a caballo entre Suiza, España y Alemania (donde realizó Atraco, versión de una novela de Siegfried Lenz que años después conocería una nueva versión dirigida por el polaco Jerzy Skolimowski con el título de El buque-faro). Apenas iniciado el rodaje de La dama de Beirut falleció repentinamente de un infarto; debió concluir ese trabajo su ayudante Luis María Delgado.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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