Herbert A. Simon

(Milwaukee, 1916 - Pittsburg, 2001) Científico estadounidense conocido por sus aportaciones a un amplio abanico de campos, como la psicología, las matemáticas, la epistemología, la economía y la inteligencia artificial, laureado en 1978 por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Economía por sus trabajos sobre los procesos de elección y la teoría de la decisión.


Herbert A. Simon

Herbert Alexander Simon nació en la ciudad estadounidense de Milwaukee (Wisconsin) el 15 de junio de 1916. Era hijo de un ingeniero eléctrico alemán que emigró a Estados Unidos en 1903, y de una estadounidense de origen europeo. Educado junto a un hermano cinco años mayor que él en un ambiente familiar caracterizado por la pasión por la lectura y la música (su madre era pianista), inició su formación general en las escuelas públicas e institutos de Milwaukee, su ciudad natal. Desde muy joven se sintió atraído por las ciencias, si bien, al contrario de lo que este término significa en general en la educación básica convencional (es decir, el estudio de materias como física, matemáticas, química o biología), e influido por su tío materno (Harold Merkel, brillante economista fallecido a edad temprana), su interés se orientó hacia las llamadas ciencias sociales.

Sólida formación académica

En 1933 ingresó en la Universidad de Chicago para estudiar ciencias políticas, a las que quería imprimir el mismo rigor matemático y la seriedad que han contribuido al gran éxito y prestigio del que gozan las llamadas ciencias puras. Simon, que complementó su currículo con lecturas diversas, consiguió una sólida base en economía y un nivel de conocimientos más que aceptable en disciplinas tales como matemáticas superiores, lógica simbólica y matemática estadística (cabe no olvidar que su intención era convertirse en lo que él mismo denominaba un «sociólogo matemático»).

Entre sus maestros destacaron el economista Henry Schultz, el lógico Rudolf Carnap, el biofísico Nicholas Rashevsky y, en el campo de la ciencias políticas, Harold Lasswell y Charles Merriam. Asimismo, estudió física y se interesó por la filosofía de la ciencia, lo que le permitió incluso publicar algunos trabajos acerca de la axiomatización de la mecánica clásica.

Sin embargo, su carrera experimentó un giro inesperado con motivo de su licenciatura, en 1936, ya que un trabajo escrito para la universidad sobre la toma de decisiones en las organizaciones le permitió acceder a un empleo como asistente de Clarence Ridley en la administración local de Milwaukee. El puesto de asistente se convirtió en 1939 en un empleo de director de un grupo de investigación en la Universidad de California en Berkeley. Tras una estancia de tres años regresó a Chicago, donde obtuvo una plaza en ciencias políticas en el Illinois Institute of Technology. En 1943 se doctoró por la Universidad de Chicago con una disertación acerca de la toma de decisiones administrativas, y en 1946 alcanzó la dirección del Departamento de Ciencias Políticas de la misma universidad.


Simon en la recepción del Premio Nobel (1978)

Un año más tarde (1947) publicó Conducta administrativa, obra en la que ya apuntaba algunas teorías cuya formulación le valdría posteriormente la concesión del Premio Nobel de Economía. Argumentaba que, a medida que un negocio crece, los procesos efectivos para la toma de decisiones se hacen mucho más complejos, ya que los directivos tienen dificultades para obtener toda la información que necesitan. Los ejecutivos, por otro lado, han de tomar en consideración cómo les afectarán las decisiones tomadas, tanto en sus relaciones sociales como en las que mantienen con empleados y socios. Esto hace, según Simon, que el directivo no pueda elegir en todo momento la estrategia adecuada para maximizar los beneficios (como sostiene el análisis económico tradicional), y que en lugar de ello se conforme con calcular el nivel de ganancias razonable al que puede adaptar sus decisiones.

La Escuela de Administración Industrial

En 1948 colaboró en la administración pública en el marco del llamado Plan Marshall, destinado básicamente a la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Simon permaneció en la Universidad de Chicago hasta 1949, año en que el Carnegie Institute of Technology -organización perteneciente a la Universidad Carnegie-Mellon- recibió el encargo de crear la Escuela de Administración Industrial para posgraduados. Ello le obligó a trasladarse a Pittsburg para dedicarse de lleno a la fundación de la escuela, en colaboración con George L. Bach, William W. Cooper y otros. El objetivo de esta escuela era basar la educación empresarial en la economía y las ciencias del comportamiento.

Simultáneamente, continuó desarrollando sus teorías sobre la toma de decisiones, conjuntamente con Allen Newell, con quien coincidió en 1952 en la Rand Corporation. En 1954 ambos concibieron la idea de que la manera correcta de estudiar el proceso de resolución de problemas era simularlos con la ayuda de ordenadores, con lo que progresivamente su centro de interés se desplazó hacia la simulación del conocimiento humano mediante máquinas, un campo de estudio que ya no abandonarían.

Dedicados a la aplicación de lenguajes de programación de ordenadores para la creación de teorías acerca del comportamiento simbólico humano, Simon y Newell idearon, en colaboración con J. Cliff Shaw, el primer lenguaje de proceso de listas para resolver estos problemas (1956); además, crearon y probaron empíricamente una serie de programas de simulación, trabajos resumidos posteriormente bajo el concepto conocido como «solución de problemas humanos». A pesar de su dedicación a este campo, Simon continuó desarrollando modelos estocásticos para explicar, por ejemplo, las desviaciones observadas en la distribución del tamaño de las empresas.

Pionero de la inteligencia artificial

En 1965 fundó, junto a Newell y Alan Perlis, el Departamento de Ciencias de la Computación en el Carnegie Institute of Technology, por lo que a partir de 1966 su plaza como profesor de la Universidad Carnegie-Mellon pasó a ser de profesor de ciencias de la computación y psicología, puesto desde el que ejerció un indiscutible liderazgo, en estrecha colaboración con Newell, en el campo de la llamada inteligencia artificial. Ambos defendían ya entonces que el ser humano manipula los símbolos en su mente de una forma muy similar a como lo hacen los ordenadores, y propusieron una «máquina pensante» que cuatro décadas después incrementaría incesantemente su capacidad de cálculo y permitiría hitos como la victoria de Deep Blue de IBM sobre el campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov (mayo de 1997).

Entre los innumerables galardones con los que fue distinguido su trabajo destacan la concesión del premio Alan Turing (1975) por sus relevantes contribuciones en el campo de la informática (compartido con Newell), el Premio Nobel de Economía (1978) «por sus investigaciones precursoras acerca de los procesos de toma de decisiones en el seno de organizaciones económicas», y la Medalla Nacional de la Ciencia de Estados Unidos (1986). Además, fue uno de los catorce científicos extranjeros admitidos en la Academia China de Ciencias en 1994.

Gran parte de sus investigaciones se concentraron en desarrollar un método de carácter más científico y matemáticamente mucho más riguroso para las ciencias sociales. En sus últimos años de vida, realizó complejos modelos de simulación y lideró proyectos muy ambiciosos en el campo de la psicología del conocimiento. Entre sus obras (un total de 27) destacan, además de la más leída y consultada de ellas (la ya mencionada Conducta administrativa), Administración pública (1950), Soluciones del problema humano (1972), Modelos de descubrimiento (1977), Modelos de pensamiento (1979) y Modelos de racionalidad limitada (1982).

En 1937 el matemático estadounidense contrajo matrimonio con Dorothea Pye, con la que publicaría trabajos en los campos de la administración pública y la psicología del conocimiento. De esta unión nacerían tres hijos (Katherine, Peter y Barbara). Herbert A. Simon falleció el 9 de febrero de 2001, a los ochenta y cuatro años de edad, en el Presbyterian Hospital de Pittsburg, como consecuencia de las complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica a la que había sido sometido días antes.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].