José Luis Pellicer

(Josep Lluís Pellicer i Fenyé; Barcelona, 1842-1901) Pintor y dibujante español. Su formación artística se inició con el ingreso en el taller del gran pintor catalán Ramón Martí Alsina, famoso por su variada producción que incluía desde paisajes de su tierra hasta temas históricos o exóticos. Fue esta última parte de la producción de Martí Alsina la que ejerció mayor influencia en la obra de Pellicer, de tal manera que como pintor se le clasificó entre los orientalistas, grupo de pintores herederos de Eugène Delacroix que combinaron una técnica de ejecución rápida, un intenso cromatismo y un gusto por los temas de inspiración oriental.


José Luis Pellicer

Tanto la obra como el carácter del miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge dejaron su impronta en la personalidad de Pellicer. Expuso en dos ocasiones con gran éxito como pintor de género (en Madrid en 1871 y en Barcelona en 1878), presentando escenas de carácter orientalista. Durante su estancia en Roma pintó su obra más popular en éste género: Silencio, pasa la ronda (Museo de Arte Moderno, Barcelona). Otros lienzos representativos de su producción son Una calle de El Cairo, Costumbres de Tanger o El mercado de Balaguer.

José Luis Pellicer compaginó su labor como pintor con su importante producción de obra gráfica, especialmente destinada a la publicación en prensa. Colaboró con numerosas publicaciones de la época como ilustrador: L'Illustratio, Graphic, La Vanguardia, La Renaixença, Diari Català, La Campana de Gràcia y L'Esquella de la Torratxa. También trabajó como corresponsal para publicaciones extranjeras como El mundo ilustrado (publicación francesa).


Silencio, pasa la ronda (1869), de José Luis Pellicer

Asistió como agregado de las tropas del duque Nicolás a la guerra entre Rusia y el Imperio Turco, de la que dejó su visión en numerosos dibujos. También trabajó como director artístico de la editorial Montaner y Simón, para la cual ilustró diversas obras: La leyenda del Cid de José Zorrilla y El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, volúmenes de su colección biblioteca universal, o los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.

Miembro de la Academia de Bellas Artes, Pellicer desempeñó al final de su vida diversos e importantes cargos directivos en instituciones que tuvieron especial importancia en la vida artística de la Barcelona de fin del siglo XIX. Comenzó como conservador de grabados, fundador y presidente del Instituto Catalán de Artes del Libro. En 1888 participó como miembro organizador de la Exposición Internacional de ese año.

Precisamente en uno de los edificios que quedó libre tras la citada exposición, el Palacio de las Artes, se creó el Museo Municipal de Bellas Artes de Barcelona con los fondos artísticos pertenecientes a la corporación municipal, siendo elegido Pellicer como su primer director. Éste fue el embrión del futuro Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad. También participó junto con el arquitecto Bonaventura Bassegoda i Amigó y los escultores Fluxá, Rassanti y Nogués en la construcción y decoración del edificio que albergó la primera biblioteca pública de la ciudad, la conocida como Biblioteca Arús.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].