Numa Denis Fustel de Coulanges

(París, 1830 - Massy, Essonne, 1889) Historiador francés. Trató de explicar los orígenes históricos de las antiguas instituciones partiendo del fenómeno religioso y como una sucesión lógica de hechos, cada uno de los cuales es consecuencia de una serie de circunstancias históricas anteriores. Es autor de La ciudad antigua (1864).


Numa Denis Fustel de Coulanges

Brillante discípulo de la École Normale Supérieure y luego de la École d'Athènes, Numa Denis Fustel de Coulanges estudió durante su estancia en Quío la evolución histórica de la isla, que expuso en una memoria aparecida en 1857, cuando, vuelto a la patria, había empezado a enseñar historia en el Liceo de Amiens. Tras la tesis doctoral sobre Polybe ou la Grèce conquise (1858), fue profesor del Lycée Saint-Louis, en París, y en 1860 obtuvo la cátedra de historia de la Facultad de Letras de Estrasburgo.

Sus largos estudios sobre la cultura de la Antigüedad le permitieron entonces llevar a cabo su obra maestra, La ciudad antigua (1864). Aun cuando parte de sus conclusiones sobre los vínculos entre instituciones y creencias morales y religiosas resulten actualmente superadas, su método de encuestas escrupulosas y prudentes (alentado por el impulso positivista) y su respeto a la verdad no superficial siguen siendo un modelo. En 1870 pasó de Estrasburgo a la École Normale Supérieure, y aquel mismo año dio un curso de historia en la corte, invitado por Napoleón III. Mientras tanto había extendido sus investigaciones a la evolución histórica francesa medieval y moderna.

Al mismo tiempo, Francia era vencida por Alemania y en el país se discutía acerca de la nueva ordenación política del Estado; tales controversias repercutieron en la Historia de las instituciones políticas de la antigua Francia de Fustel de Coulanges y suscitaron vivas objeciones al primer tomo (1874). Concebida como una historia sintética que debía llegar hasta la Revolución Francesa, se detuvo a fines del Imperio carolingio, enriqueciéndose, en cambio, con estudios particulares y con una riquísima documentación, y apareció en gran parte después de la muerte de Coulanges, en la publicación dirigida por C. Jullian. La primera parte, publicada en 1874 y ampliada en una sucesiva edición en tres volúmenes, trata de la Galia romana, de la invasión germánica y de la monarquía franca; los otros tres volúmenes (1889-1892) estudian la propiedad rural en la época merovingia, los orígenes del sistema feudal y la monarquía carolingia.

Según Fustel de Coulanges, la invasión germánica no trajo consecuencia alguna ni sobre la lengua, ni sobre la religión, ni sobre las costumbres ni sobre el derecho de la Galia romana. Las transformaciones sociales de ésta en la transición de la edad romana a la Edad Media representan un desarrollo natural de las instituciones preexistentes o son debidas al desorden originado por la penetración bárbara. El Estado merovingio tiene como continuación el Bajo Imperio: los francos no fundaron un nuevo régimen ni se impusieron como raza conquistadora. El "beneficio", el "patronato" y la "inmunidad", las tres instituciones de las que deriva el feudalismo, corresponden respectivamente al "precarium" romano (concesión precaria de la tierra), al patronato, ampliamente extendido en la sociedad romana, y al progresivo desvincularse de los grandes propietarios de la autoridad central debilitada. El régimen económico feudal se halla, por consiguiente, perfilado ya en el siglo VII.

Sucesivamente, cuando todas las atribuciones de los funcionarios estatales pasan a los grandes propietarios, éstos se convierten también en jefes militares, y el vasallaje queda consagrado como una jerarquía militar. Esta tesis de Fustel de Coulanges, producida cuando ya se encendían las polémicas entre romanistas y germanistas, causó gran conmoción, y el historiador fue acusado de romanismo y de nacionalismo antigermánico. A estas afirmaciones se opuso Fustel de Coulanges manifestando que tan sólo había querido afirmar que el feudalismo, por una interna necesidad del sistema territorial, hubiera nacido en cualquier país donde se dieran las mismas circunstancias.

Pese a ello, la Historia de las instituciones políticas de la antigua Francia de Coulanges constituyó una reacción contra la exaltación contemporánea de la superioridad racial germánica. Su teoría ha permitido corregir muchas exageraciones de la teoría opuesta, pero ofrece a su vez una tesis demasiado excesiva y sistemática, que después de los estudios modernos sólo es aceptada en parte, lo que no quita que la obra se considere una de las más grandiosas y brillantes de la historiografía francesa por lo que respecta a la reconstrucción de la época merovingia.

En 1875 Fustel de Coulanges fue nombrado profesor de la Sorbona; luego volvió, como director, a la École Normale Supérieure (1880-83) y, agotado ya casi por su continua y prolongada labor, ingresó en la Académie des Sciences Morales et Politiques.

Cómo citar este artículo:
Tamaro, Elena y Fernández, Tomás. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].