Antoine Furetière
(París, 1619 - id., 1688) Escritor francés. Sus primeros libros, entre los que destaca la sátira del Viaje de Mercurio (1653), le abrieron las puertas de la Academia francesa (1662). En 1666 publicó la más importante de sus obras, La novela burguesa.
Antoine Furetière
Hijo de una familia humilde, Antoine Furetière estudió con gran ahínco y, una vez alcanzado el título de abogado, logró el cargo de "procureur fiscal" de Saint-Germain-des-Prés. Más tarde se ordenó y obtuvo algunos beneficios eclesiásticos. Lograda la seguridad económica, se dedicó a la literatura: Enéide travestie (1649), Viaje de Mercurio (1653), Poesías diversas (1655) y la Histoire allégorique des derriers troubles arrivés au royaume d'éloquence (1660) figuran entre las obras de este periodo; su cáustica sátira le atrajo numerosas enemistades.
Furetière ingresó en la Academia en 1662, aunque no por esto dejó de frecuentar mesones y compañías alegres, manteniendo una buena amistad con La Fontaine, Boileau, Racine y Chapelle. Mientras tanto se dispuso a compilar un diccionario más completo que el de la institución académica; ello provocó un avispero de resentimientos y acusaciones, la intervención del Consejo Privado Real y un proceso.
Viendo que las novelas de moda, gracias a Mademoiselle de Scudéry y a otros refinados autores, atribuían actividades sentimentales y evanescentes a personajes del mundo antiguo, Antoine Furetière quiso cantar de manera viva y palpitante los héroes de cada día en La novela burguesa (1666). La suya es una novela burguesa porque habla de parisienses corrientes, que no tienen el empaque ni la pompa de la gente de la Corte y de la alta sociedad. En sus dos libros, no bien ligados entre sí, Furetière entrelazó algunas aventuras amorosas. En conjunto, la narración da una visión realista de un ambiente de leguleyos, alguaciles y abogados, pintados como pobres burgueses llenos de presunción y de inútiles expedientes, como se encuentran en la vida de cada día. Este carácter francamente caricaturesco sitúa esta obra entre los documentos más interesantes de la época, junto a La novela cómica de Paul Scarron.
Ni la composición de ésta y de sus siguientes obras, entre las que cabe citar los temibles epigramas (publicados en 1694 en un volumen titulado Factums) y las Fables morales (1671), ni las polémicas sostenidas en diversos campos y las divergencias con La Fontaine impidieron a Furetière adelantarse a sus colegas con la publicación parcial, en 1684, de su Dictionnaire universel (que sería completado en 1690). El año siguiente fue expulsado de la Academia.
Cómo citar este artículo:
Tamaro, Elena y Fernández, Tomás. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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