Margaret Atwood
(Margaret Eleanor Atwood; Ottawa, 1939) Poeta, novelista y crítica canadiense en lengua inglesa que figura entre los escritores de su país con mayor reconocimiento internacional. Doctorada en la Universidad de Toronto en 1961 y después por la de Harvard en 1962, Margaret Atwood ejerció la docencia en diversas universidades canadienses, estadounidenses y australianas hasta finales de los 80. Su carrera literaria comenzó tempranamente con la publicación del libro de poemas Double Persephone (1961) y, desde entonces, su obra no cesó de crecer: su producción incluye libros de poesía, novelas, colecciones de relatos breves, ensayos de crítica y literatura para niños. Recibió doctorados honoríficos de varias universidades canadienses y numerosos premios literarios.
Margaret Atwood
Desde la publicación de su primer libro de versos es claro el planteamiento de su búsqueda, tanto artística como existencial, planteamiento que nunca se ha visto desmentido: Margaret Atwood se propone descubrir los arquetipos que dan forma a los comportamientos individuales y colectivos, es decir, los mitos sobre los que se construyen los comportamientos personales, que acaban tomando forma colectiva. Esta formación de modelos sirve al individuo como defensa estructurada en contraposición a la construcción secreta, oculta, del inconsciente, a pesar de que tiene sus raíces en éste.
En este sentido, la perspectiva de Atwood es antihumanística, precisamente porque niega que la conciencia, aislada de lo que ella misma excluye y condicionada por ello, tenga libertad para querer. Así, la obra de Atwood se articula como un viaje de exploración del territorio desconocido al otro lado de la conciencia y dentro de ella. Incluso este territorio puede definirse implícitamente como un oculto mundo de los muertos respecto al cual el escritor, el artista, asume el papel de chamán, de intérprete y testigo.
Es típico en este sentido Los diarios de Susanna Moodie (1970). En este poemario la escritora se apodera -o es poseída- por la personalidad de una diarista de finales del siglo XIX y realiza su viaje hacia el desierto, que se convierte en metáfora del territorio interior inexplorado. Es precisamente en el hecho de que la autora se coloque fuera de la vida para juzgarla donde está la clave de bóveda del sistema literario de Atwood. Es también así como deshace el mito del amor romántico en los poemas de Juegos de poder (1973), o el del amor de Ulises mediante el contrapunto irónico que ofrece el punto de vista de Circe en los versos de You are happy (1974).
Margaret Atwood
Como narradora, obtuvo reconocimiento internacional con la publicación de La mujer comestible (1969), a la que siguieron otras novelas como Resurgir (1972), Doña oráculo (1976), El cuento de la criada (1986), Ojo de gato (1989), La novia ladrona (1993), Alias Grace (1996), El asesino ciego (2000) y Penélope y las doce criadas (2005). Margaret Atwood situó en el centro de sus ficciones a personajes femeninos zarandeados por un mundo en el que se llama a la mujer a vivir y a obrar según reglas establecidas por los hombres. Las protagonistas de sus relatos se dan cuenta de que su propia imagen, la forma misma de su propia vida, se compone según las reglas del mercado masculino. Y la novela se convierte entonces en el diario de la toma de conciencia (gradual o traumatizante) de una enajenación con respecto a su propia esencia, y de la forma en que se impone a esta esencia. De esto se sigue una fragmentación de la imagen enajenada, con la consiguiente necesidad de "reformar" la propia vida cuando se entra en contacto con la realidad, que irrumpe violentamente por el paso que ha abierto el desmoronamiento de esas construcciones ilusorias.
Tal tránsito requiere un sacrificio simbólico, como en La mujer comestible (1969), donde la protagonista ofrece su propia imagen como una tarta para su hombre; sólo con esta condición, con la destrucción de la imagen mítica que propone la colectividad y a la cual se adecua ella, podrá tener acceso a la realidad vedada, formando con ella su vida individual. También Doña oráculo (1976) termina con una muerte simbólica que abre paso a la realidad. En Resurgir (1972), la búsqueda de la protagonista se realiza en una naturaleza salvaje, siguiendo el rastro de su padre, un botánico que se ha perdido allí. Será un viaje al pasado, a la interioridad, al mundo de los recuerdos; un rito de transición que, a través del retorno a la naturaleza y a la propia naturaleza, permite volver a establecer contacto con la realidad sustancial, oculta tras las imágenes míticas. Daño corporal (1981) es igualmente un viaje o una fuga hacia la naturaleza, el pasado, el mundo interior.
En todas las novelas de Margaret Atwood es claro el planteamiento metanarrativo. Esta poderosa tendencia reflexiva se convierte en el verdadero tema de Asesinato en la oscuridad (1983). Aquí la escritura se convierte en la metáfora de un asesinato, que el escritor consuma contra el lector. Sin embargo, el propósito que aflora es otro, es decir, otra vez aquella infracción traumática de la imagen mítica que el lector sólo obtiene a cambio de consumarse antes en la escritura y en el escritor. Un homicidio simbólico, pues, obtenido al precio de un simbólico suicidio, de una muerte simbólica que mate la misma forma que ha asumido la vida para poder reformarla.
El cuento de la criada (1986) es una compleja novela distópica que gira en torno a la natalidad y la fecundidad: está ambientada en una sociedad del futuro en que los niños son estimados como mercancías, al igual que las mujeres que pueden fecundar, pues hay que preservar la especie humana a toda costa. Este poder de fecundidad debe ser controlado; por tanto, se limita a las mujeres socialmente para que no adquieran jerarquía y se las recluye en centros donde se las aleja de los hombres, se les prohíbe leer y escribir, y no se les permite el trabajo asalariado.
Como ensayista, en su texto La supervivencia: Una guía temática de la literatura canadiense (1972) sostuvo la tesis de que la fuerza central de la literatura canadiense, debido a su propia historia, era la supervivencia. Otra de sus ideas personales sobre la literatura es que un escritor debe trabajar dentro de su propia tradición, proceso que explica muchos aspectos de su obra. Entre sus últimos libros publicados figuran la novela Oryx y Crake (2003), la colección de relatos La tienda de campaña (2006) y el libro de poesía La puerta (2007). En 2008 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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